¡Ay mamá!

Uno los primeros recuerdos que tengo de mi mamá es cocinando, creo que de ahí viene mi problema con la comida, es que cuando tu mamá cocina rico se te hace súper difícil hacer dieta.
Las mamás peruanas no son como esas cuasiperfectas mujeres de las series gringas.
Una mamá peruana que se respeta es neurótica, explosiva, preocupada, insistente, terca, pícara, burlona, chinchosa, cantante o cocinera frustrada, amorosa, etc… me quedé sin adjetivos.  Será por todo eso que nací sabiendo que el amor es bipolar; el amor y el enojo van de la mano y mi relación con mami es la prueba irrefutable de ello. Sabes que la quieres y la adoras, que darías la vida por ella y pobre del que le haga algo; pero al mismo tiempo, en algún momento de tu vida te has puesto a pensar en cuál sería el mejor lugar para ocultar su cadáver.
Gracias a estos momentos tu mente está llena de recuerdos bellos, extraños, graciosos o tal vez traumáticos para los cuales nunca recibiste terápia… Gracias mami XD
Como cuando te negabas a comer lo que había cocinado y decidió que si no comías eso no te iba a preparar otra cosa, igual de hambre ibas a terminar comiendo.
También como cuando te diste cuenta, en plena reunión familiar, que a tu mamá se le había ocurrido poner tus fotos de bebito en la sala, esas en las que sales mostrando el potito a lo Malcriadas del Trome.
Otro recuerdo es esos en los que tú hacías alguna travesura, como romper un animalito de cristal, botar unos papeles importantes como la tarjeta de propiedad del carro, etc. De repente volteas a verla con chancleta en la mano y sombra en los ojos, eso era un arma blanca ultra peligrosa con la cual te perseguiría por toda la casa como si fueras un pericote. Hasta que por fin te arrincona en una esquina, te lanza una amenaza y se iba dejando esa imagen para siempre en tus pupilas.  
Mamá es la única que se asegura de que te tomes todos los menjunjes que ella prepara; no puedes dejar ni una gota porque si lo haces y se da cuenta, te echa más y se planta a tu costado para asegurarse, “Pasa la lengua” dice por ahí. “Hay gente que no tiene nada que comer y tu dejando comida carajo”, como si comiendo todo fueras a eliminar el hambre en África.
Cuando eres niño lo de bañarte todos los días no tiene sentido “¿Para qué si más tarde voy a ir al parque?”, pero no importa, ella te iba a corretear por toda la casa para que entres a la ducha y cuando terminaba el baño, salías corriendo como alma que lleva el diablo sin importar que estás tolaca.
Antes el regalo del Día de Las Madres era tu cuadrito hecho con palitos de helado o tu figurita de cerámica en frío. Después creciste y te diste cuenta de que un buen regalo necesita de plata y así comenzaste a guardarte los vueltos. Así que le terminabas pidiendo plata a papá o a ella misma: “¿Me das plata para comprarte tu regalooooo?”
Por eso,no seas tacaño. Deja de chupar un fin de semana y saca a tu mamá a pasear o a comer a un lugar bonito. Ella te ha limpiado el poto, te ha recibido oliendo a trago, ha soportado a tu ex, te ha cocinado cuando estabas moqueando ¿A quién más le debes tanto como a ella? 
Recuerda: Mamá es vidente, ella lo sabe todo.
¿Recuerdas el: “Te vas a caer...”? Y me saqué la mierda 3 veces. 


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