La Navidad es un evento más de esos que reproducimos por tradición, repitiendo ritos y ceremonias que no tenemos idea de donde vienen ni porque los hacemos. Para cada familia tiene un significado diferente y para cada persona, de acuerdo a su edad, también.
En mi familia, la Navidad históricamente no tuvo nada de religioso y sigue siendo así. Nos juntamos, hacemos intercambio de regalos, a veces cocinamos entre todos. Hasta la llegada de Abigail, hacía varios años que no había niños por lo que su entusiasmo y su ansiedad por la figura de Papá Noel y los regalos se volvió medio contagiosa. Cuando de padres e hijos se trata siempre encontramos situaciones bizarras, así que imagínense todo lo que nos da de comer la Navidad:
– Aunque se acuesten a las 4 am, es fija que al otro día los chicos se levantan a las 8 am para jugar con los “chinches nuevos”.
– Cuando encuenrtrass en las chispitas mariposa una diversión para el chico, se quema un dedo y la cena de Navidad se convierte en un culebrón: llanto desencajado, opiniones sobre el peligro de la pirotecnia (chispita mariposa, dije) y si el chico mamero o exagerado.
– Los perfiles de FB se llenan de gente que se saca fotos con los hijos y sus regalos, etiquetan a 67 parientes y amigos, y hacen de eso su saludo navideño.
– Siempre está el que nunca se acuerda si el nieto o sobrino ya sabe o no sabe que Papá Noel son los padres y comenta cuanto le costó conseguir determinado regalo, ante la mirada de horror del niño violentamente avispado.
– Con la llegada de una nueva Navidad una siente la obligación de explicarle un poco el sentido de la festividad, para que el niño no piense que es un día sólo para recibir regalos. Pero siempre hace demasiado calor o bochorno para eso y lo terminamos posponiendo para el año que viene “total, todavía es chico”.
– Gracias a las nuevas tecnologías los adultos nos divertimos llamando a nuestros hijos por celular e imitando a Papá Noel donde les dice lo que tienen que mejorar, a ver si a Papá Noel le da bola!!!
– La comida navideña (comida que no se hace en ninguna otra época del año) a los chicos les repele. Si encuentro una persona que haya logrado que su hijo coma pavo con ensalada rusa o con purè de manzana, me recibo de mala madre.
– Gracias a las frases cojudas del estilo “quédate quieto o Papá Noel se va a seguir de largo” mi hija remató la noche diciendo “¿viste todo lo que me trajo Papá Noel? quiere decir que me porté muuuy bien ¿no mamá?”. Y si, hijita...
– Aunque se acuesten a las 4 am, es fija que al otro día los chicos se levantan a las 8 am para jugar con los “chinches nuevos”.
– Cuando encuenrtrass en las chispitas mariposa una diversión para el chico, se quema un dedo y la cena de Navidad se convierte en un culebrón: llanto desencajado, opiniones sobre el peligro de la pirotecnia (chispita mariposa, dije) y si el chico mamero o exagerado.
– Los perfiles de FB se llenan de gente que se saca fotos con los hijos y sus regalos, etiquetan a 67 parientes y amigos, y hacen de eso su saludo navideño.
– Siempre está el que nunca se acuerda si el nieto o sobrino ya sabe o no sabe que Papá Noel son los padres y comenta cuanto le costó conseguir determinado regalo, ante la mirada de horror del niño violentamente avispado.
– Con la llegada de una nueva Navidad una siente la obligación de explicarle un poco el sentido de la festividad, para que el niño no piense que es un día sólo para recibir regalos. Pero siempre hace demasiado calor o bochorno para eso y lo terminamos posponiendo para el año que viene “total, todavía es chico”.
– Gracias a las nuevas tecnologías los adultos nos divertimos llamando a nuestros hijos por celular e imitando a Papá Noel donde les dice lo que tienen que mejorar, a ver si a Papá Noel le da bola!!!
– La comida navideña (comida que no se hace en ninguna otra época del año) a los chicos les repele. Si encuentro una persona que haya logrado que su hijo coma pavo con ensalada rusa o con purè de manzana, me recibo de mala madre.
– Gracias a las frases cojudas del estilo “quédate quieto o Papá Noel se va a seguir de largo” mi hija remató la noche diciendo “¿viste todo lo que me trajo Papá Noel? quiere decir que me porté muuuy bien ¿no mamá?”. Y si, hijita...
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