Entregarse a los hijos es difícil...

Qué difícil me resulta ir donde mis viejos desde que soy madre. Es una batalla campal de sentimientos y calorías, un pandemónium de locura acumulada, corren litros de sangre, nuestra sangre, de las heridas y la identidad.
Ellos me juzgan como madre, yo los juzgo como abuelos y como padres y Willy que se pone del lado de cualquier ser humano que quiera criticarme. Básicamente todos contra mí. Cuando lean esto van a decir “ay… la pobrecita”. Gracias.
Y cuando llego a casa en la noche me quede pensando en mi viejo, en su época, en cuándo voy a dejar de pedirle que sea lo que no es, cuándo voy a crecer, cuándo vamos a aprender, o cuándo él va a entender exactamente lo que quiero y lo va a hacer a la perfección.

Mi papá es de la vieja guardia de papás, de esos que les gustaba tener hijos dando vueltas por ahí, pero no hacían una con los niños. Ni una. Ni pisaban el colegio ni miraban un cuaderno ni iban a un pediatra ni jugaban ni menos que menos cambiaban un pañal ni sabían qué se les daba para la fiebre, su comida preferida o la talla de zapatillas. Otra generación de papás.

Y eso me llevo a leer por internet una nota  que es lo más hermoso que leí en mucho tiempo. Resulta que tres días antes de morir, Lennon habló durante nueve horas con la revista Rolling Stone. Las cintas de ese reportaje estuvieron perdidas durante 30 años, hasta que en Enero del 2011  fueron publicadas. Para la fecha del reportaje, Lennon había pasado 5 años en la “clandestinidad”, sin grabar ningún disco, viviendo la vida de cualquiera de nosotros: cocinando, cambiando pañales, ocupándose de Sean, viajando, viendo crecer ese hijo que con su mujer habían tardado 10 años en encontrar. Había entendido que “La vida es eso que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes” (de su canción Beautiful Boy), y su plan fue vivir la parte doméstica. 

Cuando le pegaron el tiro estaba a punto cerrar esa etapa y volver al ruedo, grabando un disco con Yoko. Me pregunto si, efecto boomerang, se iría al otro extremo: conciertos, noche, reuniones. Me quedo con la duda. Pero gracias a esos 5 años que vivió en su casa mientras Yoko iba a reuniones con señores fumadores en compañías discográficas, pudo hablar con gran autoridad sobre la crianza. Y pudo hablar del egoísmo. Es muy difícil que una mujer hable del egoísmo como él lo hizo,  a nosotras nos mata la culpa. Estamos obligadas a ser altruistas.

Y decía de Lennon, él lo puede contar sobre todo porque lo vivió, estuvo ahí. Le puso el cuerpo. Dice que no se considera a sí mismo el mejor padre, seguramente porque tiene algún tipo de idea de lo que es ser un buen padre y fue consciente de sus propias limitaciones, se exigió más, se frustró, como hacemos nosotras. Seguramente debe haber sido el padre más hermoso del mundo. Sabe lo que cuesta sentarse en el piso con un hijo porque lo intentó hacer y evidentemente lo hizo.
Les copio acá una parte del reportaje, cuando él habla de la paternidad.  Sus palabras me emocionan. Qué suerte que llegó a decirlas. Y les dejo el link de Beautiful Boy, un himno a su filosofía de vida
.
“Bueno… el universo es una rueda, no? Las ruedas siguen girando. Principalmente se trata de mis propias ruedas, pero mirarse a uno mismo es como mirar a cualquier otro. Y también me miro a mi mismo a través de mi hijo.
El tema con el niño… sigue siendo difícil. No soy el mejor papá del mundo, trato de hacer las cosas lo mejor que puedo. Pero soy un tipo muy irritable, y me deprimo. Tengo subidas y bajones, subidas y bajones, y él ha tenido que lidiar con eso, que yo me aisle y después sea afectuoso, después me vuelva a aislar y vuelva a ser afectuoso. No se cuanto lo vaya a afectar en  su vida mas adelante, pero físicamente estuve presente.
Todos somos muy egoístas, pero creo que los asi llamados “artistas” son completamente egoístas. Pensar en Yoko, en Sean, en el gato o en cualquier persona que no sea yo, con mis bajones y subidas y mis problemitas es algo que me genera tensión. Por supuesto tiene sus recompensas y te da alegrías, pero igual…
Pelear con tus instintos egoístas naturales es lo mismo que pelear con las drogas, comer mal, no hacer gimnasia. Entregarse a un hijo es igual de difícil. No es natural para nada. A lo mejor tiene que ver con cómo nos criamos todos, pero es muy difícil pensar en otra persona, incluso en tu propio hijo, realmente pensar en el. Es fácil pensar en el en una canción, Beautiful boy…. Es como pintar. Gauguin estaba exiliado en la fucking Tahití, pintando un cuadro grande para su hija, y ella se muere en Dinamarca, hacía 20 años que no lo veía y el tenía sífilis y se estaba volviendo loco en Tahití, y entonces él también se muere y queman sus cuadros, así que nadie va a poder ver jamás las obras maestras de su vida. Me las paso pensando cosas como esa. Así que compongo una canción sobre el chico , pero en realidad hubiera sido mejor pasar el tiempo jugando a la pelota con el en vez de dedicarlo a componer la canción… Lo  que mas me cuesta es jugar… Todo lo demás lo puedo hacer.
No me sale jugar, trato de inventar cosas. Le hago dibujos. Veo tele con él. En eso soy buenísimo, puedo ver cualquier mierda, siempre y cuando no me tenga que mover, y puedo hablar con él y leerle cosas y sacarlo a pasear y llevarlo a tomar un café conmigo y esas cosas…” John Lennon





2 comentarios:

  1. siempre aprendo algo nuevo de ti fió... llegas siempre en el momento oportuno graciasss!!!

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  2. siempre aprendo algo nuevo de ti fió... llegas siempre en el momento oportuno graciasss!!!

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